Nueva galería

27 de septiembre de 2009

Camino a El Olvido


Aquella tarde gris otoñal salí del pueblo hacia el campo por la senda polvorienta que nos une con otros pueblos, aquel día con amenaza de lluvia salí decidido a vencer el miedo. Mientras caminaba pensé que la leyenda no es más que eso, solo un mito, una fantasía. Desde niño oí hablar del campo de los irlandeses, de la estancia llamada “El Olvido” que habían comprado los Cormack, una familia irlandesa de la que muy poco se sabía.
La leyenda dice que quien entra al campo de los Cormack al salir será olvidado por todos los que lo vean y ya nadie se acordará de él, ni siquiera su propia familia lo recordará, será olvidado para siempre. Bueno dije yo, esto no puede ser verdad y voy a ser el primero en entrar. Al llegar al lugar abrí la tranquera, hice dos pasos, y me quedé inmóvil por unos segundos mirando fijamente el camino de entrada que estaba adornado por filas de árboles a los costados. Dejando de lado las dudas entré. Cuando llegué hasta el casco de la estancia me quedé un tiempo admirando un hermoso auto antiguo, quizás retardando algo más mi encuentro con los Cormack. Golpeo la puerta grande de madera, y me atiende un señor mayor muy amable que luego de una corta conversación que tuvimos me hace pasar, me muestra el hall de entrada que por su aspecto en general era como retroceder más de cien años en el tiempo, eso es algo que me impactó y me entusiasmó. Luego pasamos a la cocina comedor donde me presenta a su mujer, tan amable como él. Me sirven un té con un trozo de torta de chocolate y seguimos charlando, me hablan de los inmigrantes irlandeses y me muestran algunas viejas fotos, fue todo un momento agradable en el que nunca me animé a preguntar lo que venía a averiguar. Pensé mientras miraba la leve llovizna por la ventana: la leyenda no puede ser verdad en un lugar tan placentero como este y con gente tan amable como la que vive aquí.
Luego de un par de horas de estadía me vuelvo al pueblo muy satisfecho, contento por ser el primero y el único en animarse a entrar a El Olvido, y poder demostrarles a mis padres y hermanos, y a todo el pueblo que la leyenda es solo una leyenda. Antes de llegar a casa voy a contarles la novedad a los amigos del bar, entro entusiasmado y me apoyo firmemente en el mostrador, le pido a Rogelio una medida de fernet puro con hielo, como a mí me gusta, y me dice: no servimos alcohol a gente extraña, solo a los del pueblo. Estos se enteraron que fui a la estancia y me están haciendo una broma pensé en ese momento. Miro a mis amigos Juan y Eduardo que estaban sentados a una mesa con sus vasos medio vacíos, me miran con caras raras, de enojados y con ganas de echarme. Salgo intrigado, sigo una cuadra más y golpeo la puerta en casa, allí mi madre abre el postigo de la puerta y pregunta: que quiere, que necesita.
Camino pensativo por las calles del pueblo, nadie me conoce, no se acuerdan de mi, hasta el cura me mira con desconfianza, y gracia que por lo menos me miró. Y así estuve varios días vagando por ahí, olvidado, sin que nadie me recordara. Buscando un lugar para refugiarme en un momento me vino a la mente una imagen, aquella vez que fui a la gran ciudad, que caminando por una calle llena de gente vi a un hombre casi anciano con ropa sucia, muerto de frío y seguramente con hambre, acostado sobre unos cartones que los usaba de colchón , la gente pasaba por al lado de este pobre hombre pero nadie paraba, nadie preguntaba que necesitaba, nadie le daba nada y yo, yo fui uno más de los que pasaron de largo.
Sentí la desesperación del olvido, sentí el dolor de la indiferencia, fui un olvidado más y con mi propia gente, en mi pueblo. Mendigando un poco de pan y durmiendo en la estación de trenes pasaron muchos de mis días. Yo no me quería imaginar a mi mismo en ese estado de abandono pero una mañana entro al baño de la estación y me miro fijamente en el espejo…!no me conocí ¡ no sabía quien era. La leyenda ya no era tal, y lo que pasó fue tan verdadero que cuando me vi me transformé en un extraño para mi mismo, del miedo rompí el espejo y salí corriendo. Corrí mucho, caminé, me fui muy lejos a la soledad de los montes y de los campos. Ya cansado de andar, sucio, con hambre, angustiado y desesperado, con el corazón desolado y los pensamientos oscurecidos, ya tocando fondo y al límite de mis fuerzas, encuentro una larga entrada a un campo con tranquera abierta, y un cartel de madera con letras de color verde bien grandes que decía: estancia “El Recuerdo”.

*Foto y textos de Arte Joe

13 comentarios:

  1. tedejaria un amable comentario, pero no recuerdo que escrirte....
    recordaria saludarte, en dicho caso.

    ResponderEliminar
  2. Primero debo decirte que es una bellisima foto (nobleza obliga), con el cuento me pasó que primero entré a esa casa, disfruté de esa gente y ese lugar, despúes sentí la soledad, el olvido y finalmente me diste esperanza. Es un hermoso cuento cargado de sentimientos. Te felicito, lo disfruté mucho....UN BESO

    ResponderEliminar
  3. comparto las opiniones de tus seguidoras que me anteceden....un beso y felicitaciones

    ResponderEliminar
  4. Joe, además de ser una muy buena foto! la historia me encnató! es muy linda y está cargada de sentimientos, a medida que la leía me transportaba y me daban ganas de llegar al fianl y saber si era feliz o no, por suerte deja un sentimiento de esperanza y porqué no la posibilidad de volver a ser feliz! Un beso

    ResponderEliminar
  5. uy! q linda foto, casi todas las q ví me parecieron maravillosas Joe, sos todo un artista, y qué expresiones!!! abrazos, lili rueda

    ResponderEliminar
  6. I am sorry - I don`t understand a word. But pictures doesn`t need any words, and you take great pictures :)

    ResponderEliminar
  7. Un realto atrapante , con ganas de seguir leyéndolo hasta el punto final . Lo has planteado como una suerte de cuento de ficción , aunque esto pasa el la vida cuando todo aquello que nos acompañaba deja de estarlo y sin motivo , y nos queda solo la idea de un recuerdo .
    Me encantó este relato , Felicitaciones-
    Patricia.-

    ResponderEliminar
  8. Super raro ese efecto nitido-borroso q haces. Es extrañamente perturbador. Pero me gusta!

    ResponderEliminar
  9. Que buena historia me atrapó, y la foto es para esa historia sin duda!!!
    Un abrazo!
    Vani

    ResponderEliminar
  10. Excelente !!!!La foto es increible y el relato mejor Realmente disfruto de tu blog y me sorprendo gratamente con lo que voy viendo .De nuevo Felicitaciones!

    ResponderEliminar