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2 de agosto de 2009

Tomás y la bestia

Tomás nació hace 37 años bien al sur de Suiza, en un pueblo de casi 8.000 habitantes llamado Chiasso, en el límite con los Alpes italianos, entre el lago de Lugano y el lago de Como. Tomás habla seis idiomas pero el italiano es el suyo, es el lenguaje oficial de la región donde vive, el español lo aprendió por su trabajo y porque en las escuelas suizas enseñan el idioma. Sus costumbres son más italianas que suizas, él siempre habla de los tallarines caseros que hace su madre; y también habla mucho de los paisajes soñados que rodean su casa.

Su trabajo consiste en viajar por diferentes países latinoamericanos, recorrer sus bosques y estudiar distintas especies de árboles para luego llevar la información obtenida a científicos europeos. Él vivió un año y medio en Nicaragua, un año en Bolivia y dos años en Brasil. Su próximo destino sería Argentina, un lugar que había estudiado mucho por internet y que deseaba conocer desde hacía mucho tiempo. El tiene un cariño especial por este país y sobre todo por la ciudad de Eldorado en la provincia de Misiones, el lugar donde sus abuelos hubieran emigrado si no hubiesen conseguido trabajo el día antes de que el barco partiera para aquellas tierras sureñas.

Pero por cuestiones laborales su destino más cercano eran los bosques andinos patagónicos, así que Tomás llegó a mediados de otoño a Bariloche, donde se encontró con un amigo argentino que conoció en unas vacaciones de verano en Alemania. Si bien quedó sorprendido por el bello paisaje que lo rodeaba, lo sintió algo familiar por el parecido con su pueblo natal.

Aparte del trabajo que le permitía conocer diferentes lugares y culturas había algo más que a Tomás lo apasionaba, eran las historias y leyendas de monstruosos animales. En Suiza tenía la del monstruo del lago Ness y por tierras argentinas ya había investigado sobre el famoso Nahuelito, supuesto habitante de las profundidades del lago Nahuel Huapi. Pero Oscar, su amigo argentino el contó sobre una bestia que se si encontrara con Nahuelito se lo comería de un par de bocados, una historia que oyó hace algunos años de boca de un anciano habitante de la montaña. Cuando Tomás terminó su trabajo, con gran ansiedad por oír él mismo esta historia y en el lugar de origen, tomó su camioneta alquilada y partió junto a su amigo hacia el pequeño caserío distante a unos doscientos kilómetros de Bariloche, casi en el límite con Chile.

En una tarde fría y de una persistente llovizna los recibió Eulogio en su propia casita hecha totalmente en madera. Mucho verde en el suelo, un bosque tupido de diferentes tonalidades rojizas y el humo de la leña saliendo por la chimenea, era el clima ideal para oír e imaginar lo que habían venido a buscar. Eulogio que vivía solo y con sus 86 años a cuesta, comenzó a contar sobre este animal, pero no como una leyenda sino como algo real, por lo menos eso demostraba la pasión y la seguridad con la que relataba. Dijo Eulogio: esta bestia se esconde en las profundidades del bosque, a la sombra de los árboles milenarios, cualquier ser humano, e inclusive cualquier animal por más grande que sea es como un juguete para él. Los músculos de su vientre y de su lomo son como de acero, indestructibles. Su gran cola es pesada como un viejo alerce, casi toda hierba del bosque es alimento para él, y todo animal poderoso pega la vuelta al acercarse a su territorio. Los lugares más húmedos son su habitación, y por más rápido, ruidoso y atemorizador que sean los ríos que lo rodean, por más grandes y aterradoras que sean las caídas de agua, él está tranquilo. Sus dientes son como barras de hierro, sale vapor de su hocico y de su boca salen mechones de fuego que hace hervir cualquier profundidad acuática. Las partes más blandas de su cuerpo son como rocas de montañas, no hay arma que pueda contra él y su corazón es inalterable. El abismo es su lugar de esparcimiento; no hay quien se le asemeje y no hay a quien tema, para esta criatura no existe el miedo. Nadie puede hacerle frente, el aliento y la esperanza desaparecen como nada delante de él. Desprecia toda cosa con vida.

No era muy alentador querer encontrarse con esta bestia pero Tomás se metió tanto en el relato, que apenas terminó de oírlo partió junto a Oscar hacia el bosque con la ilusiòn de verlo. Luego de andar unos kilómetros por el angosto y húmedo camino, dejaron el vehículo y comenzaron a caminar para poder llegar al lugar que Eulogio les había indicado, y así poder ver a este tremendo animal en su lugar de descanso. Fueron casi dos horas a paso cansino por picadas en pendiente, entre frondosas arboledas y cañaverales. La sensación que sentían era única, la llovizna que acentuaba agradables aromas y colores, a la vez esas ganas de encontrarlo mezclada con miedo los mantenía en completo silencio. De repente se comienza a oír como el sonido de mucha agua cayendo; ya cansados de la larga caminata se acercaron a un claro entre la vegetación, y lo que vieron fue un gran salto de agua, le calcularon ochenta metros de altura, era una bella cascada gigante de agua color turquesa, rodeada de un inmenso bosque; se sintieron muy pequeños ante tanta grandeza natural.

Miraron hacia abajo desde una altura casi abismal.
!Y allí lo tan esperado¡ Echado en el suelo
descansando estaba la bestia que desprecia la vida, su nombre es soberbia.


Foto de Joe

12 comentarios:

  1. Me en-can-to!!!! Buenísimo tu relato, leyendolo me imaginé cada uno de los lugares descriptos, el verde, los bosques, hasta el olor a leña...y la enorme cascada! y de ramate una excelente moraleja, es uno de esos cuentos para que lean los chicos en la escuela. Te felicito!
    Un beso

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  2. Vamos Joe que lindo !!, me encanto . Un verdadero cuento del bosque. Cariñox, Carlos

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  3. Me transportaste al Sur, a esos lugares mágicos que tiene nuestro país, y el final...espectacular !! si algo detesto en esta vida es la soberbia.
    Muy bueno....queremos más !!! :)
    BESO !

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  4. acuerdo con Vane, queremos mas, y yo quiero hacerle un buen retrato a Tomas!
    y entonces, nos seguis contando....:)

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  5. É Verdade Joe. Muitas coisas que procuramos, precisamos tratar, pois estão dentro de nós. É a soberba é uma delas. Bela foto. Parabens.

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  6. muy bueno y con suspenso como vas llevando el relato, un beso

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  7. Primero muchas gracias por comentar mi fotografía y segundo decirte que tus trabajos son profesionales, mis felicitaciones!!!
    Un abrazo desde Argentina.
    Adrián.

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  8. Perdón no había leído que sos de Argentina!! Jejeje...
    Otro abrazo.
    Adrián

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  9. Que belleza!!!! Felicitaciones, me gustó mucho este cuento!!! Saluditos

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  10. A beautiful monochrome scene - reminds me of Devon, UK.

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  11. beatriz di marzio de lazzari20 de febrero de 2010, 6:37

    hola joe,cuanto me alegra,seguir conociéndote ya había visto esta pag. ahora veo y leo este cuento y pensé hacerlo leer a mis nietos, los chicos, son tan exigentes a la hora de leer,tienen tanta imaginación, creo que este le va a encantar como a mí. un abrazo. sigo enamorada de san nicolás. hasta la proxima.felicitaciones.

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  12. Que lindo cuento José te felicito !!!

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